martes, 2 de junio de 2009

La plenitud de uno mismo (2)

...en efecto lo es, porque la razón de todo, las respuestas a todas las preguntas, la paz, el amor, la tranquilidad, la luz, el propósito, la sanación se encuentran en nuestro interior, en nuestra esencia.
Es tiempo de recordar, de despertar, de entender lo que nos sucede y lo que nos rodea, de vivir sin culpa, sin dramas, sin victimizaciones, sin dolor, sin apego. Porque estamos acostumbrados a ver el lado negativo de las cosas a creer que la vida nos golpea a cada rato con el vaivén de lo incierto. Entonces estamos apegados a la conducta dramática, estamos "encariñados" con las victimizaciones, somos uno con el dolor y alimentamos cada vez más nuestro yo-ego haciéndonos adictos a estas conductas a esta forma insana de vivir, culpando incluso a los demás. Creando el circulo vicioso de siempre.

Lo bueno y lo maravilloso de todo esto es que esa visión distorcionada cambiará muy pronto. De a poco estamos entendiendo, despertando y comprendiendo que la realidad es nuestra creación día a día, que somos los imanes que con nuestros pensamientos y visualizaciones atraemos todos los sucesos y eventos (positivos y negativos) que nos suceden, que el yo-superior está emergiendo en gloria y majestad para hacernos recordar que todo el poder de autosanación, de vida, de luz, de paz y alegría están en nuestra divinidad interna. Está más cerca de nosotros que nuestra propia respiración. Está ahí en nuestras células, en nuestras moléculas, en nuestros átomos, ahí en un lugar muy pequeñito, pero extremadamente potente. Es por cierto una pincelada de nuestro ser creador que tiene las mismas propiedades : amor, paz, creación, sanación, plenitud, belleza, etc. Y aunque nos empeñemos en ponerle velos, en negarlo, en ocultarnos a nosotros mismos esta maravillosa presencia, está ahí y vibrando cada vez con más fuerza.

Queda poco tiempo, una vez más la elección es de cada uno. Somos libres de elegir

Luz y armonía
Saludos